Nos metimos a la cocina de ‘El Mindo’ y nos contó su receta para el éxito
Ya son 2.2 millones de seguidores en Instagram y 257 mil suscriptores en YouTube los que tiene el caleño Armando Ortiz, más conocido en redes sociales como El Mindo.
Ahora el reto no solo será hacer reír con sus videos y personajes, sino conquistar con buenos platos a los jurados del reality MasterChef Celebrity. “Acepté participar en la competencia para salir de la zona de confort”, confiesa. Habló con El País.
Ahora el reto no solo será hacer reír con sus videos y personajes, sino conquistar con buenos platos a los jurados del reality MasterChef Celebrity. “Acepté participar en la competencia para salir de la zona de confort”, confiesa. Habló con El País.
¿Por que decidió participar en MasterChef Celebrity del canal RCN?
Siempre he sido muy prevenido con los concursos. Cuando llegó la invitación al programa quedé muy sorprendido porque no me considero una celebridad, pues solo soy una persona que mediante internet ha logrado tener una audiencia relativamente parecida a lo que puede lograr alguien que triunfa en la televisión.
Participar en MasterChef Celebrity es un reto que obedece a un comportamiento mío porque quiero salir de la zona de confort y demostrarle a las personas que las cosas sí se pueden hacer. Es un reto personal.
Siempre he sido muy prevenido con los concursos. Cuando llegó la invitación al programa quedé muy sorprendido porque no me considero una celebridad, pues solo soy una persona que mediante internet ha logrado tener una audiencia relativamente parecida a lo que puede lograr alguien que triunfa en la televisión.
Participar en MasterChef Celebrity es un reto que obedece a un comportamiento mío porque quiero salir de la zona de confort y demostrarle a las personas que las cosas sí se pueden hacer. Es un reto personal.
¿Cuál ha sido la clave para mantenerse vigente por varios años en las redes sociales?
La clave ha sido el amor por lo que hago. Una de las creencias más fuertes que tengo es que a mí me hace feliz hacer feliz a los demás. Cuando me retiré del banco en que trabajaba para dedicarme a las redes sociales lo hice desconociendo un mercado que ahora sé cómo se maneja. Cuando me retiré del trabajo lo hice por amor y cuando usted hace las cosas con amor, las demás llegan por añadidura.
La cocina que saborean México y Colombia
Todos tenemos un mexicano por dentro”, dice el reconocido chef colombiano Carlos Gaviria Arbeláez mientras enumera los alimentos y las formas de prepararlos que tienen en común la cocina de Colombia con México.
Mientras aquí el maíz es sometido al pelado (allá se le conoce como nixtamalización) para preparar nuestras arepas, el país ‘manito’ lo hace para elaborar sus tortillas, la “base alimentaria de ambas cocinas”.
“Pero ellos lo logran con mayor vehemencia, aquí esa identidad la hemos ido perdiendo cada vez más”, advierte Gaviria, quien ostenta actualmente el título de autor del mejor libro de cocina profesional del mundo otorgado por la Organización Gourmand Awards Cookbooks.
En Técnicas profesionales de Cocina Colombiana, Gaviria destapa una investigación etnográfica por todas las regiones de Colombia, un trabajo con el que busca alimentar el autoestima gastronómico de nuestro país.
De ahí la importancia de que la cocina nacional dialogue con otras de Latinoamérica, considera Gaviria, en vez de seguir “dejándonos conquistar tanto por el salmón y la paella, que son productos foráneos”. Esto es– insiste– encontrar sabores y prácticas comunes con mesas similares a la nuestra, como ocurre con México.
“Es grave que cada vez más buscamos identificación con la cocina japonesa, española e italiana y no con nuestros países hermanos. Entonces empezamos a hacer unos menjurjes espantosos: risotto de ajiaco, tempura de plátano y una cantidad de cosas raras”, criticó el chef colombiano.
En Sabor Barranquilla, la feria gastronómica más importante de la Región, este tema no pasó por alto. La jornada de ayer empezó en el Salón Las Islas con un conversatorio sobre la ruta turística–gastronómica entre México y Colombia basados en sus productos endémicos: maíz y fríjol.
“Con México compartimos dos productos que son esenciales, el fríjol y el maíz, pero nosotros tenemos que aprender de ellos la resignificación que le dan a su cocina tradicional. Desde un niño del campo hasta un citadino conoce cómo se preparan sus platos. Ese valor es lo que hay que afianzar acá”, considera el gastrónomo Juan Sebastián Arango, docente del Colegio Mayor de Antioquia y el encargado de dictar la charla.
El consumo de los ajíes, las salsas de mesón, los ‘pisaos’ de aguacate o guacamole y los picadillos de tomate, cebolla y cilantros o pico de gallo, son otros de los ‘sabores’ en común.
“Pero la clave está en apropiarnos de todo eso que es nuestro, o si no vamos a seguir perdiendo riqueza gastronómica, que es lo que está ocurriendo con el maíz capio. Se ha dejado de vender y ahora de cultivar”, advirtió Arango.
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